Armando Williams es uno de los miembros más representativos de lo que pudiéramos llamar la generación emergente de los años 80, aquella que vivió la influencia de Huayco y que llegó a experimentar distintas formas de hacer arte mientras todavía era posible la subversión, cuando todos creíamos en el poder de la imaginación. Pero Sendero se encargaría de modificar las formas de nuestras representaciones y la violencia sincronizaría con el arte del Perú. O viceversa. En el caso de Armando Williams fueron las torres derrumbadas por la guerra, la omnipresencia de los fardos funerarios y el renacimiento de Inkarri terminaron convertidos en emblemas de su visión sobre nuestras vidas. Entre 1984 y 1997 Armando Williams permaneció en Nueva York, todavía considerada centro del arte contemporáneo. Allí alternó el trabajo con la maestría en Pratt Institute para luego pasar al Art Students League que terminó por consolidar su concepto de la pintura.. Lo aprehendido en su larga residencia se verí